Regresan Tom Cruise y Christopher McQuarrie con el -aparente- capítulo final de la saga Misión Imposible, iniciada hace casi tres décadas. Una cinta frenética que, desde su primer minuto (recapitulando la franquicia), no da tregua. Acción sin descanso, sobrecarga de información y una dosis precisa de nostalgia definen esta entrega.
La historia retoma los eventos inmediatamente después de la película anterior. Ethan Hunt (Cruise) ha conseguido ambas partes de la codiciada llave, el único artefacto capaz de neutralizar a “The Entity”, una inteligencia artificial autónoma que amenaza con apoderarse del mundo. Su influencia genera caos tanto en el plano digital como en el real, generando desconfianza entre unos y otros, poniendo en jaque el orden mundial tal como lo conocemos.
Comienza así una carrera contrarreloj en la que el ingenioso Luther (Ving Rhames), el cerebro de Benji (Simon Pegg), la asesina Paris (Pom Klementieff), el agente de inteligencia Degas (Greg Tarzan Davis) y, especialmente, la ladrona más rápida, Grace (Hayley Atwell), serán piezas fundamentales para que Ethan cumpla su misión de salvar a la humanidad. En el camino también se suman apoyos inesperados. Después de todo, solo él puede hacer lo imposible, vencer a “The Entity” y a Gabriel (Esai Morales), el misterioso villano desechado por la IA, que ahora busca controlarla para su propio beneficio.
En "Misión Imposible: La Sentencia Final" hay escenas que rozan lo inverosímil y saltos temporales poco lógicos. Pero se le perdona. El conjunto es una producción notable, incluso cuando su duración de casi tres horas se siente en algunos pasajes.
Uno de los puntos más interesantes de esta 'Sentencia Final' es cómo se conecta con entregas anteriores. Para quienes han seguido la saga completa, este aspecto resultará especialmente emocionante.
Como siempre, la edición de imagen y sonido es impecable. Seguramente veremos esta película en la temporada de premios en categorías técnicas.
"Misión Imposible: La Sentencia Final" se estrena este jueves 22 de mayo en cines. Si puedes verla en IMAX, no te pierdas la oportunidad, la experiencia lo vale.
